Tenerife, con una economía tradicionalmente basada en el turismo, avanza
hacia la diversificación de la economía local, potenciando la isla como
centro tecnológico y de conocimiento. Actividades relacionadas con la
economía digital, las industrias creativas y culturales, la economía
azul, el turismo, los servicios profesionales o las energías renovables,
han ganado peso en los últimos años.
Infraestructura de vanguardia
Además, se ha configurado un sólido ecosistema de parques científicos y tecnológicos y centros de investigación, dotándolos de unas infraestructuras de vanguardia que la convierten en un extraordinario destino para investigar, desarrollar y desplegar soluciones a nivel global en ámbitos como la astrofísica, las ciencias de la salud o la biomedicina. Como valor añadido, su ubicación estratégica, constituye un potente hub de negocios en el Atlántico Medio y África Occidental.