La seguridad jurídica de Tenerife configura un entorno propicio para la
inversión. Las ventajas fiscales, además de unos costes laborales y
operativos altamente competitivos y las condiciones naturales únicas de
la isla favorecen la creación y el desarrollo de empresas en los
distintos sectores. Hacer negocios en Tenerife es fácil gracias a la
movilidad de empresas y profesionales dentro de la Unión Europea y a la
existencia de autorizaciones ideadas específicamente para trabajadores
extra-comunitarios que quieran establecerse.